El cine Instrumento de Poesía
En 1953 el cineasta Luis Buñuel decía estas palabras en su conferencia El cine Instrumento de Poesía en la UNAM, ciudad de México.

“…bastaría que el párpado blanco de la pantalla pudiera reflejar la luz que le es propia, para que hiciera saltar el universo. Mas, por el momento, podemos dormir tranquilos pues la luz cinematográfica está convenientemente dosificada y encadenada”.
Luis Buñuel

Con ellas buscaba decir que el cine y su fuerza estaban encadenadas por las mismas historias y las mismas fórmulas.
Tres años atrás había realizado una película a contracorriente de la producción mexicana, en 1950 Luis Buñuel filmaba Los Olvidados, una historia que le causaría el rechazo de muchos pero los aplausos de muchos más.
En sus cartas personales Buñuel se podía leer entusiasmado por el nuevo proyecto, después de haber realizado 2 películas por encargo que le habían dado la entrada a México.
Una muy poco exitosa donde se vio obligado a trabajar con el modelo de cine mexicano, canciones y estrellas cantantes y la segunda una típica comedia con un rotundo éxito protagonizada por Fernando Soler, en la cual prácticamente desaparece la mano del cineasta a excepción de algunos planos.
Tras la realización de estas películas, Buñuel comienza a trabajar de la mano con el escritor Luis Alcoriza en un guión que hablaría sobre los niños pobres de la ciudad de México “los olvidados”. Así es como el director se adentra en las calles de la ciudad para conocer más a fondo dónde y cómo vivían.

Rumbo a la modernidad
A finales de los años 40, Miguel Alemán Valdés fue presidente de México, con su mandato se vendía la idea modernización, nuevas universidades, hospitales, vías de comunicación… Ese era su discurso oficial “México rumbo a la modernidad”. Sin embargo, a las orillas, como en muchas otras ciudades comenzaba a sentarse la población ignorada que no encajaba con ese modelo.
Del campo a la ciudad había migrado tanto los mexicanos como su cine, de Allá en en el Rancho Grande al Salón México de los Pobres de la Perla a Los Pobres del Rey del Barrio.
No era nuevo para los espectadores estar frente a personajes que sufrieran por sus condiciones económicas pero serían personajes como Infante quienes harían de las desgracias de la pobreza la virtud de los pobres.
Siendo ellos los protagonistas del film de Buñuel, para ello consultó archivos del tribunal de menores y usó de inspiración las noticias de los periódicos y de ellas escribiría el final del film.
Buñuel llenó la película de un realismo que incomodó a más de uno, desde los primeros minutos de la película se establece como un vistazo de realidad con el mensaje que explicaba que la problemática de niños descuidados no es solo de México sino de las grandes ciudades en general.

El director buscaba hacer una película social siguiendo la idea del sociólogo Friedrich Engels, poner en pantalla las relaciones sociales auténticas con el objetivo de destruir las ideas convencionales de esas relaciones y así hacer dudar al espectador sobre el orden establecido.
El ser humano versus el orden social
Los Olvidados no era una historia de héroes contra villanos o del bien contra el mal, sino del humano versus el orden social que los rige y todas las consecuencias que se derivan, así los personajes se convierten en víctimas de sus circunstancias.
Los niños de la calle, los adolescentes delincuentes, las madres con muchos hijos, los viejos, las empleadas domésticas, todos ellos se convertirían en “Los olvidados”.

Historias como la de Buñuel siguen estando presentes en nuestra realidad, historias de las que pocos se atreven a hablar, historias que solamente directores como Alfonso Cuaron en ROMA, Fernando Frias de la Parra en Ya no estoy aquí o Gael Garcia Bernal en Chicuarotes, se atreven a contar a través del cine.
Podríamos decir que Buñuel sería sin saberlo el precursor de este modelo de cine, un cine con la singularidad de ir a contracorriente de la producción mexicana.
Una manera singular de llevar historias de un México olvidado a la pantalla grande retoma su esencia en la actualidad, teniendo como base retratar minuciosamente la realidad.