Hay series que llegan a nuestra vida en el momento adecuado. En mi caso, las primeras temporadas de Bojack Horseman no fueron tan oportunas como las últimas dos, pero sí pude reconocer desde un inicio que no estaba presenciando una serie cualquiera, y admiré profundamente que se tocaran sinnúmero de temas tabú con tanta naturalidad, y se arriesgaran a presentar controversias, sin miedos y sin tapujos.
De entre tantos temas y discusiones tratados en la animación de Netflix, el que más resalta es el de la depresión, y se presenta en sus diferentes facetas a través de los personajes que conocemos a lo largo de la serie.
OJO: No estoy diciendo que los personajes necesariamente estén deprimidos, pero sí muestran, cada uno, diferentes formas de la depresión.
1. Mr. Peanutbutter
Hace poco reflexionaba sobre lo increíblemente abrumador que debe ser sentir la responsabilidad de ser feliz todo el tiempo.
Es común escuchar que una de las mejores formas de enfrentar la tristeza es ponerle buena cara, mantener una buena actitud ante la tempestad y atraer tiempos mejores. El problema para quienes siguen estos consejos es que terminan en un ciclo inquebrantable de sonrisas forzadas y llantos reprimidos que los encierran en una depresión tan escondida, que se vuelve más difícil reconocerla y, por lo tanto, enfrentarla.

Recordemos lo que dice Mr. Peanutbutter a Diane sobre la clave para ser feliz:
“El universo es un vacío cruel y despiadado, la clave para ser feliz no es la búsqueda de un significado; es simplemente mantenerte ocupado con tonterías sin importancia y, eventualmente, habrás muerto”.
Entiendo el punto, pero ¿no les suena un tanto infeliz? Yo lo escucho y no puedo evitar pensar que es una clara manifestación de resignación y conformismo.
2. Princess Carolyn
Hay un extremo de aquella depresión que te obliga a estar en cama, sin ánimos de nada más que de dormir y llorar en un rincón. Ese extremo es representado por Princess Carolyn.
No hay absolutamente nada malo con una mujer innovadora y empresarial, ¿por qué habría de haberlo? Este es uno de los personajes femeninos más independientes y trabajadores en la historia de la televisión, ¡es tan satisfactorio ver a una mujer triunfar en la complicadísima industria del management! Y nosotros lo reconocemos tanto como lo admiramos.

Sin embargo, Princess Carolyn tendía a utilizar el trabajo y las ocupaciones como un escape de todos aquellos problemas que no quería enfrentar.
“Para no pensar en esto, me mantengo ocupada; para postergar esta situación asumiré más responsabilidades de las que puedo soportar”.
Mantenerse ocupado a este nivel ocasiona que te alejes de otros al tiempo que te alejas de ti mismo, y sí, es un indicador de comportamientos depresivos que no se deben pasar por alto.
3. Diane Nguyen
El problema que traen consigo la consciencia social y el constante interés por la vida de terceros, es que el mundo es injusto, y esta injusticia pareciera no tener fin, lo que ocasiona un sentimiento de impotencia devastador.

Diane, desde su profesión como periodista, se ve directamente involucrada en situaciones que le afectan más que a otros personajes de la serie.
Se siente perdida en un mundo en el que no ha encontrado la libertad de alzar la voz libremente respecto a los temas que le parecen importantes, y pasa 5 temporadas intentando encontrar ese algo que hace falta en su vida.
El no sentirse pertenecientes, y encontrarse con un constante vacío que pareciera no tener cómo llenarse, es una de las facetas de la depresión que la serie representa a través de Diane.
4. Bojack Horseman
Autosabotaje, adicciones, conductas violentas y un egoísmo impresionante y cegador, son algunas de las características que hacen que la depresión de este personaje sea evidente, y caótica.
El protagonista de esta impecable producción televisiva es un claro ejemplo de todas aquellas tristes consecuencias que la depresión no tratada puede traer.
Bojack Horseman comete actos reprochables desde el episodio 1, y vive en un ciclo que parece no tener fin, de caídas y recaídas; problemas que parecen resolverse y terminan convirtiéndose en un cúmulo de catástrofes sin control.

Bojack no es un personaje que haya sido creado para ser admirado o anhelado. Es una prueba de cómo la lucha por el amor propio y las buenas decisiones es constante, fatigadora, y difícil como pocas cosas en la vida; pero eso sí, igual de reconfortante.
La serie de Bojack Horseman es pionera en la forma en que expresa la depresión y las adicciones, como una condición que no debe satanizarse, pero que es importante que se trate y reconozca de una forma sana y comprensible.
Dejamos fuera personajes importantísimos como Todd Chavez, Sarah Lynn, Butterscotch y Beatrice Horseman o incluso Secretariat, ¿les gustaría una segunda parte de esta sección?





