La sociedad evoluciona y con ella los medios digitales. La manera en cómo nos expresamos y cómo comienzan a adaptarse nuevos términos a nuestra vida cotidiana; son ejemplo claro de lo que es el Digital Blackface. Y posiblemente tú seas parte del problema.
En Estados Unidos un tema que ha sido debatido y que ha llegado a ser una noticia internacional; son los constantes acontecimientos de agresiones hacia personas de raza negra. Movimientos como Black Lives Matter nos ayudan a entender un poco más y a crear consciencia de que aún en el 2020 sigue existiendo gente que no entiende que todos somos iguales y que, por supuesto, valemos lo mismo.
Y es que remontarnos a la historia nos hace darnos cuenta que pintarse la cara de negro para aparentar ser de raza negra puede ser una broma inocente. Pero inconsciente o no, lo que verdaderamente reflejas es un performance racista y ofensivo. Actividades como éstas en donde se humilla, sobaja y resaltan expresiones y características negras han existido al rededor del mundo, incluido Latinoamérica.
Entonces, ¿dónde nace el Digital Blackface?
Se dice que desde el siglo XIX ,exactamente en 1830; el uso del Blackface comenzó a popularizarse entre los comediantes blancos de Nueva York, en Estados Unidos. Estos performances servían para entretener a la sociedad blanca burlándose de las personas de raza afroamericana; realizando chistes, expresiones y comentarios peyorativos hacia la comunidad negra.
Y es que a pesar de que en ocasiones creemos que vivimos en una sociedad donde cada vez existe más la oportunidad del libre pensamiento y el respeto a cada etnia, raza y preferencias sexuales; es honesto decir que paralelamente al crecimiento de la mente abierta, también ha seguido sembrando la semilla del odio y el racismo de la misma manera.
Ejemplos claros como asesinatos injustificados hacia negros, cárceles con más población negra que blanca y que los salarios laborales siguen permeando en la raza. Quiere decir que en diversos países aún nos hace falta bastante para disminuir la brecha de racismo y clasismo con la que vivimos día a día.
Ahora bien, sabemos que el internet ha trascendido por encima de los medios de comunicación tradicionales. Nos ha abierto puertas interculturales que en otras épocas hubieran sido difíciles de alcanzar y hemos crecido como comunidad digital de manera impresionante. Así como podemos aprender demasiadas cosas de países que se encuentran al otro lado del continente donde vives o descubrir paisajes de la naturaleza que son poco comunes de tu lugar de origen; la apropiación cultural que percibes día a día y que adaptas consciente o inconscientemente puede estar perjudicando tu manera de relacionarte con los demás, más de lo que consideras.
El internet nos ha ayudado y enseñado a expresarnos de diversas maneras. Sabemos de antemano que el tren del mame es imparable; también que los diversos recursos que tenemos para expresarnos no se pueden contar con una sola mano. Sin embargo, debemos entender que existen límites y líneas que no deben ser cruzadas a pesar de poder tener todos los elementos necesarios para hacerlo; y un claro ejemplo de esto es el Digital Blackface.
Los GIF’s, memes o stickers que mandas pueden ser más dañinos de lo que podrías pensar
Ellen E. Jones en The Guardian nos ha hablado del crecimiento digital en materia de la apropiación de expresiones y gesticulaciones de gente negra; incluso de hombres homosexuales afeminados como forma de una suplantación de identidad y caricaturización de raza por parte de las personas que se encuentran en una posición privilegiada, en su mayoría blancas.
¿Qué beneficio tiene enviar GIF’s de reacciones de gente negra? ¿Por qué en su mayoría las personas consideran sus reacciones algo “memeable” y no las reacciones de una persona blanca? ¿Qué peculiaridad debe haber en los memes de negros para utilizar sarcásticamente su forma de ser y sus rasgos genéticos?
El recurso de los GIF’s puede servir para explicar una expresión sin el uso de palabras de manera inmediata; pero el exceso uso del digital blackface puede llevarte a estar minimizando etnias y bloquea toda comprensión del pasado de dichos grupos que se han visto sesgados a lo largo de la historia.
Y es que el término en español no ha sido muy estudiado. La “cara negra digital” aún no es desmantelada de las redes sociales en su área latinoamericana o habla hispana; misma donde personajes son atacados y perseguidos por su color de piel. Tenemos de ejemplo el asesinato de Joane Florvil, la haitiana que sufrió un choque cultural terrible que terminó con su muerte.
Incluso acercándonos a la discriminación y el clasismo que se vive en México, podemos darnos cuenta que la gente morena y negra ha sido por siglos la sociedad más vulnerable en todos los aspectos. Otro claro ejemplo que he vivido es ser parte de una minoría morena que se encuentra batallando en el campo laboral donde dominan las personas de tez clara; minimizando tu trabajo y opiniones y volviéndote tú el chiste únicamente por tu color de piel.
Es más, acércate a cualquier red social que tengas a la mano, la que sea tu favorita. Scrollea por 10 minutos y analiza cada contenido que veas. Te dejo otro ejemplo.
Pero es que realmente no se trata de dar ejemplos, pues hay muchos. Simplemente tengo algo que decirte: DETENTE. Basta de cubrir nuestros rostros ante un sinfín de GIF’s que no forman parte de tu identidad. No cruces esa delgada línea de un simple meme y la apropiación cultural.
Es muy divertido para ti jugar a ser negro o moreno en redes sociales; cuando sabes que en cualquier momento que decidas puedes volver a no ser parte de las minorías; safándote del estigma, el peligro y las cargas de conflictos sociales que han puesto en peligro a distintas personas de estas razas alrededor de todo el mundo.
