Hablar de Reinaldo Arenas es como hablar del color azul, que tiene muchas gamas y que a su vez está lleno de significado y sentimiento. 

Analizando este encierro que ya lleva más de 80 días y que aún no aparenta tener fin, me he dado a la tarea de brindarle una cara al color azul: aquel color que es tan cambiante, tan distinto en sus facetas y tan profundo como los mares, aquel pigmento que debe tener el rostro que haya sido más vívido y más lúcido que el mismo color. 

Y es que a todos se nos ha enseñado que el color azul suele reflejar serenidad, armonía, relajación, entre otras cosas positivas. Pero creo yo que su significado va más allá de todo lo que podríamos colorear con el mismo, sino mejor aún: lo que podemos sentir con él. 

¿Qué se siente ver el cielo inmenso en medio de una tormenta? ¿Cómo te sientes al imaginar la inmensidad del mar?

Relacionado al color Azul me llegó a la mente inmediatamente Reinaldo Arenas. Aquel novelista, dramaturgo y poeta Cubano nacido en Holguín, Cuba. Sin lugar a dudas se ha vuelto con el paso de los años en un precursor de la literatura LGBT latinoamericana. Pareciera que con sus propias manos inventó el color azul. Lo mezcló con heridas, recuerdos, romances, encuentros, personas, lugares, momentos; todo para llegar a poder ser él mismo. 

Reinaldo Arenas es acreedor de grandes obras literarias como ‘Celestino Antes del Alba’, y ‘Otra Vez el Mar’, ¿curioso, no? el Azul se encuentra en él cuasi intrínseco, como si de él dependiera que conociéramos el pigmento azul. Ambas novelas han sido claros reflejos de que la narrativa, parecida al agua, reflejan cada pedazo de vida y nos ayudan a entender poco a poco la cosmovisión que veremos reflejada en su obra autobiográfica. 

Además, su obra, la cual considero cumbre de su trayectoria –y la que más, a mi parecer, está llena de tonos azules– ‘Antes que Anochezca’, nos regala una autobiografìa cruda, sincera y llena de recuerdos del autor. 

“Creo que la época más fecunda de mi creación fue la infancia.(. . .) Aunque en la casa había siempre mucha gente, para llenar aquella soledad tan profunda que sentía en medio del ruido, poblé todo aquel campo de personajes y apariciones casi míticos y sobrenaturales.”

Reinaldo Arenas

Y es que la vida del autor no es tan lejana a nuestra cotidianidad, puesto que en días como hoy estamos exiliados de nuestro propio mundo. Dentro de ‘Antes que Anochezca’ podemos conocer de primera mano todas aquellas anécdotas que nos puede enseñar Reinaldo Arenas y que vivió durante su niñez y juventud en la antigua Cuba. 

La vida del dramaturgo puede ser considerada un claro ejemplo de una víctima de la represión revolucionaria que marcó historia en Cuba. Aquella Cuba socialista que durante la vida de Arenas buscó siempre reprimir a todos aquellos que no pensaran igual que él. Una persona homosexual, como lo fue nuestro protagonista, no fue la excepción. 

Y justo en este mes de la diversidad, en donde nos unimos para marcar un manifiesto de rebeldía, de goce, de visibilización, de inclusión; no podíamos pasar por alto a un ícono literato que con su obra ha ayudado a visibilizar a todas aquellas minorías que se vieron afectadas por su condición sexual, por sus creencias religiosas, por sus creencias políticas.

Antes que Anochezca es azul como el color del suplicio

‘Antes que Anochezca’ nos llega empapada de sudor, esfuerzo, sufrimiento, pero también de lucha. En ella podemos encontrar un azul cambiante, trémulo, vivaz. Leer la autobriografía de Reinaldo Arenas es sin pensarlo una de las experiencias más empáticas que podrás disfrutar en la literatura latinoamericana. Ahondar en el libro como en los mares azules y misteriosos es naufragar en un sinfín de letras, testimonios, y anécdotas que reflejan un Reinaldo Arenas transparente. 

Leonardo Da Vinci, Sócrates, Miguel Ángel y una gran parte de aquellos que nos brindaron lo que hoy entendemos por belleza dentro del arte, formaban parte de esta bandera de seis colores. Pero más allá de los artistas reconocidos mundialmente, en cada rincón de cualquier lugar, se encuentran íconos de la rebeldía que se jugaron la vida para reclamar derechos, para sacar la casta por los reprimidos. 

Me quedo como uno de los rostros de la lucha por la libertad a Reinaldo Arenas. Azul como el color del suplicio, como las nubes llenas de pensamientos y de gotas a punto de caer en cualquier mente, en cualquier ciudad. Hoy más que nunca creo que el Azul es la libertad de aquel cubano que en Nueva York, luchando por la libertad de sus sentimientos, se quitó la vida para ser libre, esperando que así su patria también lo logre algún día. 

“Mi nombre es Reinaldo Arenas, soy un escritor cubano exiliado. Vivo en Nueva York, donde me dedico a escribir y a sobrevivir. Soy una persona disidente en todos los sentidos, como aquí se dice, porque no soy religioso, soy homosexual y a la vez soy anticastrista. Es decir creo que reúno todas las condiciones para que nunca se me publique un libro y para vivir al margen de toda sociedad en cualquier lugar del mundo”.

Reinaldo Arenas