“Ya no estoy aquí” la película estrella de los premios Ariel 2020

El film dirigido por Fernando Frías de la Parra “Ya no estoy aquí” fue la película estrella, se llevó la noche de los Premios Ariel 2020. Resultó la más premiada al llevarse diez de las categorías de los reconocidos premios del cine mexicano. 

La 62 entrega de los Premios Ariel reconoció como cada año a lo mejor del cine mexicano. 

La trayectoria del film

La película original de Netflix ‘Ya no estoy aquí’ ha tenido una importante trayectoria partiendo desde el guión. Durante el rodaje se colocaron una serie de volantes en distintas zonas de Monterrey, “Sí bailas cumbia, eres hombre, tienes 17 y 24 años, y te latería protagonizar una película este casting es para ti”, decían los flyers de la película. 

Por lo que la única actriz de profesión en el film fue Xueming Angelina Chen, quien protagoniza a Lin, la única persona cercana a Ulises durante su etapa en los barrios de Nueva York.

El personaje que protagoniza Juan Daniel García lleva por nombre Ulises, un joven originario de Monterrey que tiene que abandonar a su familia, amigos y las fiestas debido a un altercado con un cártel. El protagonista termina en la ciudad de Nueva York, donde el choque cultural se hace presente desestabilizando su vida. 

 “Me interesaba mostrar una forma de vida diferente a la que se estaba viendo mucho en las películas y que estaba siendo demasiado difundida en los festivales, con sus tonos de sordidez y de miseria. Quería encontrar el lado humano de las historias y analizar las razones que llevan a que alguien actúe como actúa, sobre todo en un lugar donde la desigualdad social es muy grande y no hay oportunidades de superación”.

Fernando Frías de la Parra

La historia de Ulises no solo ha sido reconocida en los Premios Ariel, sino que también ganó el Premio Bengala 2013 de la Universidad Autónoma de Nuevo León, el cual busca historia para cine o televisión presentadas en formato de crónica, cuento o argumento cinematográfico. Más tarde, el relato fue integrado en “El libro negro de Bengal”.

El cine mexicano está rompiendo con lo convencional

Este film se diferencia también de otros títulos de temática semejante en el sentido de que tiene una puesta en escena muy cuidada, que llega respaldada por el brillante trabajo de fotografía de Damián García, quien ha fotografiado películas como Chicogrande (2010), Güeros (2014) y Museo (2018).

Con respecto a su estilo fotográfico, Damián comenta, “Creo que es difícil tener un estilo fotográfico porque depende mucho del director y de la película y del proyecto. Y creo que tú no puedes anteponer tus propias reglas estéticas a las reglas estéticas de la película.” 

La composición visual de una película está en función de la historia más que de la estética. A pesar de esto, Damián tiene una inclinación a utilizar cuadros estáticos, con armonía en la composición. Pocas veces recurre al recurso de cámara en mano, y cuando lo hace, procura que el movimiento sea lo más suave y gentil posible. Esto también es cierto para los emplazamientos, el uso de dolly, grúas y rigs para vehículos son parte de su arsenal para lograr movimientos suaves y delicados creando una atmósfera fuera de lo convencional. 

“No queríamos usar una cámara en mano, como el típico drama social, sino dejarla quieta, observando el lugar y dejando que los personajes se desenvolvieran. Todo tenía un objetivo, incluso por ese lado”.

Fernando Frías de la Parra

A pesar de que la cumbia rebajada no es del gusto de todos, Frías de la Parra la adora, y considera además que tiene un significado especialmente profundo en lo que se refiere al film. 

“Para mí, la veo como una metáfora de la juventud sin futuro; en lugar de que una canción dure 5 minutos, ellos hacen que dure 10, porque fuera de eso, ya no hay nada más”.

Fernando Frías de la Parra

Categorías ganadoras 

La nueva grandeza de cine mexicano 

Desde finales de los 50 al día de hoy, México no había vivido un esplendor cinematográfico tan grande como el que atraviesa hoy en día. 

Históricamente, el cine mexicano ha pasado por diversas etapas y momentos, algunos altibajos estilísticos y momentos de cierta limitación derivados de su contexto socioeconómico. Sin embargo, desde hace más de un siglo, la pantalla mexicana ha sido un semillero de historias increíbles y originales. 

Gracias a producciones como la de “Ya no estoy aquí” se ha logrado que el resto del mundo voltee la mirada hacia el cine mexicano, el cual ha demostrado y construido una realidad que hoy es toda una verdad: el cine mexicano es de los más grandes e importantes del mundo.