El productor y músico Eduardo Cabra ha realizado su debut como solista realizando un épico performance visual y auditivo que nos demuestra que su talento no tiene espacio para su pasado.
Crecí con la energía, el ritmo y la lírica de Calle 13. Cuando me levantaba a las 6 am para prepararme para la secundaria, al encender la televisión en MTV sonaba ‘Atrévete-te-te’ de Calle 13. Aquella banda que rompía estereotipos de los sonidos latinoamericanos y que nos enseñaba que provocar, puede traer mejores cosas que encajar.
Y es que desde la adolescencia hasta su último día como grupo Calle 13 me acompañó en cada experiencia de vida. En mis primeras borracheras, sonaban duro con Tango del Pecado, Suave o Eléctrico. También cuando tuve oportunidad de ir a Chile y escuchar en el recorrido Prepárame la Cena. Me enseñaron a tener identidad y amor por mi patria y por toda Latinoamérica. Me ayudaron a formarme por quién soy ahora y por cómo pienso.
De un día a otro, desaparecieron. Jamás entendí por qué y jamás busqué respuestas. Siempre quise quedarme con el bagaje cultural, sonoro y lírico que los hermanastros Residente y Visitante me enseñaron.
En 2017 volví a saber de uno de ellos, René Pérez. Terminado de escuchar su disco como Residente (solista) pensé, ¿y el otro? ¿Dónde había quedado Eduardo Cabra dentro de este abismo musical que nos empapa día a día de música nueva?
“Cabra siempre ha sido el que estuvo detrás de todos los trabajos que he realizado. Siempre estuvo detrás de uno de mis personajes”
Eduardo Cabra
Y la pregunta me duró bastante tiempo porque, si bien René Pérez era el artista intelectual en su lírica; era Eduardo Cabra quien se encontraba al mando de cómo sonaba cada canción de Calle 13.
El asesinato de Visitante valió la pena
Siempre creí que Cabra me había quedado a deber algo. Sentía que su música debía pegar como solista así como la armó Residente. A pesar de no sacar su propia música, como productor siempre ha estado constante. Ha trabajado con artistas de la talla de Calle 13, Trending Tropics, Jorge Drexler, Monsieur Periné, Vicente García, Louta, La Vida Boheme, Cuarteto de Nos, Rita Indiana y más.
Y este 2020 lleno de muchos cambios y de muchas transformaciones colectivas, era justo y necesario que se muriera visitante. Cabra logró realizar su aparición como solista en un performance que nos demuestra musical y visualmente hablando que por fin podemos verlo alejado de su pasado y transformado en una versión mejorada de él mismo.
Además de su aparición como individual, con estos sonidos electrónicos y vanguardistas llenos de la esencia latina; Cabra nos ofrece el lanzamiento de su propio sello ‘La Casa del Sombrero’ basado en Puerto Rico.
Es momento de ver a un Cabra en una totalidad genuina y sin fracciones. Sumando las cualidades de todas sus facetas como músico, compositor y productor que le ha dejado su gran trayectoria. Qué bueno que Visitante está muerto. Qué bueno que Cabra quiso vivir para contarlo.
