Brigitte Baptiste es una de las voces con más fuerza del movimiento LGBTQA+, dirige hace varios años el Instituto Alexander von Humboldt, dedicado a la conservación y la investigación de la biodiversidad colombiana.
Brigitte se transformó en un ícono de su país al ser una de las líderes del medio ambiente, además de esto es reconocida por su historia personal siendo una de las mujeres transgénero más reconocidas.
En la naturaleza podemos encontrar toda una cantidad de ejemplos, que sólo podemos describir en una palabra, Queer. En la Ciudad de México hay una sección de la Reserva Ecológica de Ciudad Universitaria, este coloquialmente se le conoce como “El Camino Verde”, el nombre no pertenece al lugar como tal, sino a una zona en específica, conocida por ser zona de encuentros homosexuales clandestinos.
A este ‘Camino Verde’ se le da otra función, siendo por lo tanto resignificando por un segmento de a sociedad, generalmente por una contracultura. En este sentido “El camino verde”, cuya misión oficial es funcionar como una reserva ecológica inmutable, termina siendo un sitio en el cual se puede tener sexo en un anonimato que brinda la frondosidad de la vegetación misma.
“Nada es más ‘queer’ que la naturaleza”
Brigitte Baptiste

Lo anterior da como resultado la necesidad de pensar lo verde a partir de lo rosa, reflexionando a acerca de las barrera que crea la ideología, que un discurso verde puede albergar a la hora de entender la naturaleza como una población en la tierra inalterable, por otro lado, contrastándola con el concepto elaborado por Michel Foucault de Heterotopía para describir ciertos espacios culturales e institucionales que de alguna manera son “otros”: perturbadores, incompatibles, contradictorios o en otras palabras Queer.
Así como la especie humana se encarga de derefuncionalizar espacios, la naturaleza lo hace por sí misma para; Brigitte ha estudiado la relación entre la naturaleza y lo Queer, entendiendo lo Queer como lo “raro”, lo “extraño”. Propone una teoría que desafía las normas sociales o lo que se dice ser “normal” como la heterosexualidad.
La naturaleza es todo. Pienso que el cosmos es naturaleza y nosotros también somos parte de ese conjunto de procesos vitales que nos permite existir. Y esto incluye la cultura. Todo está interconectado. Menciona Brigitte en una charla de TEDx Talks en el 2018.
Nada es más Queer que la propia naturaleza, en ella se produce una constante modificación, favoreciendo la aparición de lo extraño o de lo anómalo. Así experimenta todo el tiempo con la diversidad de aves, plantas y seres vivos que a veces pasan desapercibidos.

Más del 90% de las especies de plantas combinan ambos sexos en una sola planta, por ejemplo, las plantas carnívoras son conocidas por ser monoicas, es decir, que presentan ambos sexos en su flor.
La combinación sexual es probablemente el mejor invento de la naturaleza para generar capacidad adaptativa. Sin esa habilidad de mezclar genes para producir nuevos modelos posiblemente la vida se habría extinguido.
Ese potencial de ser macho o hembra está regulado por una serie de genes capaces de reconocer, como en el pez payaso, que hay demasiadas hembras o demasiados machos y que se requiere que alguno asuma el otro papel.

La teoría queer propone no seguir pensando que la naturaleza es un espacio “normal”, sino entender que el mundo es extraño; con el fin de poder adaptarnos a retos como el cambio climático. La mejor lección de la naturaleza es proteger lo anómalo porque allí es donde la evolución ha generado respuestas.





